Dra. Paola Ríos Germán es médica especialista en geriatría, medicina preventiva y salud pública. Con más de 20 años de experiencia y 10.000 pacientes atendidos, dirige Geriatría Contigo, un proyecto centrado en el cuidado integral del adulto mayor. Consulta online y presencial en Madrid.
Imagina que tu padre empieza a repetir lo mismo varias veces al día. O que tu madre duda en la panadería de siempre. Acudes al médico buscando claridad. Y sales con un papel lleno de tecnicismos, una receta más… y la misma sensación: estamos solos.
Esto no es anecdótico. Es el reflejo de cómo el sistema aborda hoy el diagnóstico del deterioro cognitivo y la demencia: consultas breves, especialidades fragmentadas, exceso de fármacos y ausencia de un plan claro.
A continuación te comparto los 10 fallos estructurales que más familias sufren y, sobre todo, cómo deberíamos enfrentarlos.
1. El diagnóstico por resignación (“Es normal por la edad”)
Decir “es normal” no es un diagnóstico. Es rendirse demasiado pronto. Confunde a la familia, retrasa la ayuda y roba tiempo valioso.
2. La medicina de 10 minutos
Con 10 o 30 minutos no se puede escuchar una historia completa, revisar la medicación, explorar la memoria y valorar la marcha. Se terminan dando soluciones superficiales que no resuelven lo esencial.
3. El médico-puzle: consultas fragmentadas
Neurólogo, cardiólogo, psiquiatra, endocrino… cada uno escribe un informe. Pero nadie junta las piezas. La familia se convierte en mensajera y el paciente acaba con tratamientos duplicados o contradictorios. Falta un “director de orquesta” que unifique la visión.
4. Informes incomprensibles
Palabras como “leucoaraiosis” o “GDS 4” llenan los papeles. Pero la familia no recibe respuesta a lo que importa: ¿Qué hacemos mañana? ¿Cómo organizamos la semana?
5. La cascada de fármacos
Ante cada síntoma, una pastilla más. El insomnio se trata con un hipnótico, la agitación con un antipsicótico. Muchas veces esos síntomas son efectos secundarios de los fármacos ya prescritos. Así nace la cascada que seda y apaga a la persona.
6. El abandono post-diagnóstico
Tras dar el diagnóstico, se agenda una cita a seis meses vista. Pero la crisis ocurre en la primera semana: insomnio, dudas, miedo. Ahí es cuando la familia más necesita acompañamiento.
7. La ceguera ante causas reversibles
Dolor, infecciones, anemia, problemas de tiroides, déficit de vitaminas. Más de 200 causas pueden simular o agravar un deterioro cognitivo. Demasiadas veces, se etiqueta como «es por la demencia» sin descartar lo tratable.
8. El olvido de lo no farmacológico
Ejercicio, estimulación cognitiva, buena nutrición, rutinas claras. Son las intervenciones que más cambian el pronóstico. Pero siguen tratándose como “extras”, cuando deberían ser el núcleo del tratamiento.
9. El cuidador invisible
El sistema mira al paciente, pero ignora al cuidador. Ansiedad, culpa, agotamiento… si el cuidador cae, cae todo el cuidado.
10. La ausencia de un plan
Al final, la familia sale sin una hoja de ruta. Saben el nombre del problema, pero no los pasos a seguir. Un diagnóstico sin plan es como entregar un mapa sin destino.
Cómo debería ser distinto
El diagnóstico del deterioro cognitivo no puede ser un puzle roto. Necesita un plan integral, con un responsable clínico que coordine, escuche y trace objetivos claros a 30, 60 y 90 días.
No se trata de sumar más pruebas ni más fármacos. Se trata de dar claridad y dirección.
El sistema falla porque se conforma con nombrar la enfermedad. Pero lo que cambia la vida de una familia no es un nombre, es un plan.
No deberíamos aceptar como normal la resignación. Y, mucho menos, la soledad.
¿Te has sentido identificado en algunos de estos puntos? Yo sí, en los 10. Por eso en Geriatría Contigo trabajamos en un Programa Continuado, para mejorar la vejez de nuestro ser querido, con una hoja de ruta clara. Trabajamos desde varios ángulos. Para una mejoría de la salud general. Pero sobre todo, para dar tranquilidad a la familia. ¿Quieres saber más del Programa? Te lo cuento en breve. No te olvides de escribirme tu experiencia en comentarios.
Soy la Dra. Paola Ríos Germán. He acompañado a más de 10.000 familias y, en la mía, también vivimos esa duda que duele: “¿Esto es normal o no?” A veces nos dijeron que sí… y no lo era. Escribo esto para darte dirección, no para asustarte. Si ves alguna señal, no te culpes. Obsérvala y anótala. Llegarás a consulta con claridad y eso acelera un buen plan.
Nota breve: tu médico de familia puede iniciar la valoración; el diagnóstico formal se hace en los servicios de memoria/geriatría/neurología. Y por su puesto en Geriatría Contigo. Tú trae el contexto. Yo pongo el plan.
6 señales que no son “normales por la edad” (y qué hacer hoy)
1) Repite la misma pregunta varias veces al día
Lo que ves: vuelve a preguntar lo mismo en poco tiempo. Primer paso (5 min): no discutas; responde breve y anota 3 ejemplos con hora y situación. Ejemplo real: “12:30, después de comer ? pregunta otra vez por la cita”. Idea clave: Como geriatra me preocupa que la información nueva no se quede, aunque recuerde muy bien el pasado.
2) Se pierde en rutas conocidas
Lo que ves: dudas para volver a casa o desorientación en el barrio. Primer paso (10 min): apunta si en el último año se ha perdido. Haz 3 paseos cortos, por la misma ruta y acompañados, observando qué le ayuda.
Ejemplo real: el 12 de febrero y el 21 de julio de 2025 no supo como volver a casa después de su paseo diario.
3) Tareas “de siempre” empiezan a fallar
Lo que ves: recetas cada vez más simples, dejar el fuego encendido, lío con recibos; los hijos asumen el banco. Primer paso (5 min): elige una tarea y colócale un post-it con 3 pasos (p. ej., “apagar fuego ? servir ? fregar”). Observa si sigue la secuencia y anota diferencias respecto a hace 1–5 años. No lo justifiques: aunque sea por su seguridad, terminar pensando “mejor llevamos los familiares el banco” son datos valiosos.
4) Cambios de carácter (irritabilidad, desconfianza, apatía)
Lo que ves: saltos de humor, aislamiento, pierde interés por lo que antes disfrutaba; duerme mal o está somnoliento. Primer paso (3 min):lista cuándo aparece y con qué se relaciona (dolor, sueño, discusiones). Importante: algunos fármacos pueden empeorar memoria y energía. No cambies nada tú: lleva la lista a consulta.
Ejemplo real: hasta hace 5 años le gustaba salir con las amigas y ahora ya no.
5) La forma de caminar cambia
Lo que ves: camina más lento, “a pasitos”, se agarra a muebles o a ti. Primer paso (15 min hoy): recuerda cómo andaba hace 5 y 1 año; retira alfombras y cables; haz 10’ de paseo seguropor el pasillo cada día. Por qué importa: caminar es un termómetro de salud. Si cae, la autonomía se pierde rápido.
No lo justifiques con un «es que son las rodillas» sólo anótalo y tráelo a consulta.
6) Caídas o “casi caídas” recientes
Lo que ves: tropiezos “tontos”, resbalones, golpes contra muebles. Primer paso (5 min): anota hora, lugar y qué hacía. Señala si hubo cambios de medicación en las últimas semanas. Acelera la cita si… hay golpe en la cabeza, pérdida de conciencia, lesión, no pudo levantarse o 2 caídas en 12 meses.
Ejemplo real: El día 13 de marzo y 15 de agosto de 2025 se resbaló.
Tu cuaderno de 7 días (la prueba casera más útil)
Cada noche, 2–3 líneas:
Fecha y señal (memoria, ruta, tarea, carácter, marcha o caída).
Dónde/cuándo pasó y qué lo disparó o mejoró.
Nota rápida para la consulta.
Cómo se ve una página:
“Lun 19: Repite pregunta — 12:30 tras comer — mejora si le muestro la cita escrita.”
“Mar 20: Duda al volver del pan — 10:15 — con mi brazo va mejor.”
Regla de oro: no ajustes medicación por tu cuenta. Con tu cuaderno, es más fácil salir con plan.
Señales rojas para no esperar
Golpe en cabeza, pérdida de conciencia o lesión tras una caída.
Dos caídas en el último año (o una si no pudo levantarse).
Somnolencia intensa, confusión súbita, boca muy seca u orina muy oscura.
Empeora después de empezar o subir un fármaco.
De piezas sueltas… a música que suena
Ir a “todo” sin orden agota. Lo que necesitas es dirección: qué va primero, quién hace qué y cómo sabremos si mejora. En Geriatría Contigo® mi trabajo es ser tu directora de orquesta para ganar lucidez, seguridad al andar, mejor sueñoy, sobre todo, calma en casa.
? ¿Quieres contarme tu caso para ver si podemos trabajar juntos? Déjame tu comentario aquí: https://geriatriacontigo.com/contacto/ Y apúntate a la Newsletter
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— Dra. Paola Ríos Germán Geriatría • Medicina Preventiva • Cuidados Paliativos Doctora en Medicina (Cum Laude) • Investigadora RNFC/IdiPaz Premio OMS • 4× nº1 Doctoralia
La artrosis es una de las enfermedades más comunes en las personas mayores. El dolor articular limita la movilidad, afecta el ánimo y puede llegar a encerrar en casa a quienes la padecen.
Pero el mayor error que vemos a diario es éste: se ofrece solo medicación rápida, sin un plan integral. ¿El resultado? Más pastillas, más efectos secundarios y menos calidad de vida.
En este artículo te cuento la historia de una mujer que pasó de no poder salir de casa a caminar 50 minutos al día con sus amigas en solo 15 días, gracias a un enfoque diferente. También puedes ver la historia en nuesto vídeo de Youtube
La historia de María (nombre ficticio)
Hace unos años, María comenzó con dolores articulares que le impedían caminar.
La primera solución fue analgésicos diarios, sin más.
En 2024, el dolor empeoró y recibió infiltraciones y opiáceos.
En 2025, llegaron los mareos, los despistes y los efectos secundarios.
Lo que parecía una “cura” se estaba convirtiendo en una trampa.
El error del modelo reduccionista
La medicina rápida recurre a la pastilla como primera opción y eso no siempre resuelve la artrosis.
La medicación sí es necesaria en muchos casos, pero como parte de un plan integral.
Un analgésico de primer escalón (como paracetamol) puede ser muy útil para mantener al paciente en movimiento.
El problema es cuando se pasa demasiado rápido a opiáceos o infiltraciones, sin explorar antes el ejercicio, la fisioterapia o la nutrición.
El plan integral que cambió su vida
Su familia me contactó y aplicamos una Valoración Geriátrica Integral (VGI) dentro de nuestro Programa Senior 360º.
El plan incluyó:
Revisión de medicación: retirada controlada de fármacos innecesarios.
Ejercicio adaptado y fisioterapia para devolver fuerza y movilidad.
Nutrición con proteínas, calcio y vitamina D para recuperar energía y masa muscular.
Estimulación cognitiva para mejorar memoria y concentración.
Apoyo emocional y social, con la vuelta a sus rutinas y a sus amigas.
Resultados en solo 15 días
Volvió a caminar 50 minutos al día.
Bajaba y subía escaleras sin miedo.
Recuperó la claridad mental y la serenidad.
Y lo más importante: recuperó su dignidad y sus ganas de vivir.
Qué podemos aprender de este caso
La artrosis no se soluciona solo con medicación.
El dolor sin tratar de forma integral empeora la movilidad, la mente y el ánimo.
Con un plan físico, nutricional, cognitivo y social, la mejoría llega rápido y es real.
Conclusión La artrosis no tiene por qué ser una condena a vivir con dolor y limitaciones. Con un plan integral y una mirada global, es posible recuperar movilidad, claridad y ganas de vivir. La medicina de las personas mayores debe centrarse en eso: en devolver calidad de vida y esperanza.
La artrosis no se resuelve solo con una receta. Se resuelve con una estrategia global que devuelva fuerza, movilidad y confianza. Ese es el enfoque que aplicamos en Geriatría Contigo, para que cada familia viva con menos miedo y más calidad de vida.
Enlaces de interés Recomendaciones internacionales de no farmacológicos para artrosis Directrices de EULAR (2024): enfatizan intervenciones no medicamentizadas (ejercicio, educación, control de peso) como estrategia primordial para artrosis de cadera y rodilla. Healio Journals+5Asociación Americana de Terapia Física+5Arthritis Research & Care+5
Guía AAOS para artrosis de rodilla Guía de la American Academy of Orthopaedic Surgeons (2021): recomienda ejercicio, apoyo físico y suplementos antes de considerar medicamentos invasivos o refuerzos estructurales. Academia Ortopédica
Tratamientos no farmacológicos efectivos contra la artrosis Estudio en PMC (Mushtaq et al., 2011): destaca fisioterapia, ejercicios y dispositivos de ayuda como pilares del manejo integral.
La llamada que recibí no fue por una caída ni por una receta más. Fue por una fuga.
Juan (nombre ficticio), un hombre de 88 años, había intentado escapar de su residencia. No por una puerta abierta, sino trepando las rejas de la entrada.
La respuesta de la dirección fue tajante: “O se calma, o lo atamos. O lo echamos.”
Así de crudo.
Esa imagen es la fotografía perfecta de la desesperación.
Persona que tiene quetiapina
Pero la verdadera tragedia no era el intento de fuga. Era lo que había detrás: veinte años de medicación acumulada sin una revisión integral.
La anatomía de una sujeción química, en este caso, quetiapina
La historia de Juan con la quetiapina, un antipsicótico muy utilizado, no empezó por un trastorno psiquiátrico grave.
Comenzó tras la muerte de su esposa, cuando el duelo le provocó insomnio y sueños extraños. La solución rápida fue recetar una primera dosis de quetiapina.
Con los años, cada nuevo síntoma se trató igual: más medicación.
¿Desorientación? Otra dosis.
¿Inquietud en la residencia? Una tercera.
Nadie preguntaba por la causa raíz. Nadie reevaluaba.
Se limitaban a añadir capas de sedación, como quien intenta tapar el sol con un dedo.
La evidencia científica es clara: los antipsicóticos en mayores con demencia aumentan el riesgo de muerte, por eso, el uso debería ser bajo estricta necesidad y cuando ya se han probado otras vías (Maust et al., JAMA 2015).
Cuando conocí a Juan, ya no era él
Estaba atrapado en una silla, con una marcha inestable, apatía profunda y un resultado de 16/30 en el test cognitivo (muy bajo). Lo que llamamos, deterioro físico y mental.
La pregunta clave: ¿y si la agitación no fuera el problema?
En Geriatría Contigo empezamos siempre por lo esencial: una Valoración Geriátrica Integral (VGI) a a través de nuestro Método PIAIS 360º
En Juan descubrimos algo que nadie había mirado:
Sufría una artrosis severa con dolor crónico no tratado, que podría ser la causa tanto del insomnio, como de la agitación, etc.
Estaba mal nutrido, lo descubrimos en el transcurso de las visitas
Apenas se movía.
Su “agitación” no era un problema de conducta. Era la única forma de comunicar sus necesidades.
El plan: quitar, no poner
Decidimos hacer lo contrario de lo que se había hecho durante 20 años. Iniciamos un protocolo de deprescripción, retirando la quetiapina de forma controlada.
Y en el espacio que dejó el sedante, comenzamos a reconstruir:
Fisioterapia, caminatas y analgesia para tratar el dolor y devolver fuerza.
Plan de nutrición y suplementos para recuperar masa muscular y energía.
Estimulación cognitiva adaptada a su nivel.
Apoyo emocional a la familia, que por fin entendía lo que ocurría.
Los resultados: dignidad recuperada
Los cambios no fueron inmediatos, pero sí profundos:
Pasó de la silla a caminar con andador.
Del andador al bastón.
Y un día, caminó solo por las calles de Valencia.
Su test cognitivo subió de 16 a 23 sobre 30 (¡mejoría importante!) Los sueños extraños desaparecieron. Y su familia volvió a ver en sus ojos la serenidad que creían perdida.
El hombre al que querían atar no solo había recuperado sus pasos. Había recuperado su dignidad.
Lo que esta historia nos enseña
Esta no es una crítica a un medicamento en concreto. Es una denuncia a un modelo reduccionista que responde con sedación en lugar de investigar la causa real.
La tranquilidad de una familia no puede construirse sobre la sedación de un ser querido. La última etapa de la vida merece un plan de trabajo, no una receta más.
¿Y tú?
Quizá también ves a tu padre o a tu madre cada vez más apagados, con más pastillas que sonrisas. Quizá te preguntas si eso es realmente “cuidar”.
No estás solo en esa duda. Y sí, hay otra forma.
Yo soy la Dra. Paola Ríos Germán, médica especialista en Geriatría. En Geriatría Contigo ofrecemos evaluaciones clínicas completas, con un enfoque físico, mental, social, nutricional y médico.
¿Qué es la Valoración Geriátrica Integral (VGI)? Es una herramienta clínica de la Geriatría, que evalúa al adulto mayor en cinco áreas: física, mental, social, nutricional y médica, para diseñar un plan individualizado. Nuestro Método PIAIS360º es un método integral e individualizado con un plan pormenorizado mes a mes.
¿La quetiapina siempre es mala? No. Puede ser útil en casos muy concretos y graves. El problema surge cuando se receta de forma rutinaria para síntomas que tienen otras causas tratables.
¿Qué alternativas existen a la sedación en adultos mayores? Ejercicio, fisioterapia, terapia psicológica, estimulación cognitiva, nutrición y un ajuste adecuado de la medicación. Todo dentro de un plan integral.
Cuidar de un familiar mayor puede ser una de las experiencias más intensas y agotadoras de la vida. Lo sé porque he acompañado a miles de familias… y también he estado en esa misma silla, buscando respuestas y encontrando solo fragmentos.
No hablo solo de dormir poco. Hablo de acostarte con ese nudo en el estómago, de leer informes que no entiendes, de sentir que cada día pierdes un poco más de la persona que quieres.
Y mientras todo esto ocurre, las respuestas que escuchas se repiten: «es normal por su edad» «no se puede hacer más» «es lo que toca»
Aquí no vas a escuchar resignación. Aquí vas a encontrar dirección: un análisis completo, un plan claro y un seguimiento real para que sepas qué hacer, cuándo y cómo.
Quién soy y por qué creé Geriatría Contigo
Dra. Paola Rios German, médico especialista en Geriatría y Medicina Preventiva.
Soy la Dra. Paola Ríos Germán, médica especialista en Geriatría, Medicina Preventiva y Cuidados Paliativos, Doctora Cum Laude, investigadora en IdiPAZ y parte de los grupos de investigación del RNFC IdiPaz, equipo galardonado por la OMS.
Mi verdadera autoridad no nació en un despacho, sino en la silla de un familiar al que un día le dijeron: “Esto es así. No hay nada que hacer.”
Ese día decidí que mi trabajo no sería solo tratar síntomas, sino diseñar un plan integral para mejorar la calidad de vida de cada adulto mayor y devolverle tranquilidad a su familia.
Nuestro método: PIAIS360º
Programa Integral de Atención Individualizada Senior
Un adulto mayor es un sistema complejo. Si no abordamos todas sus esferas al mismo tiempo, cualquier intento de mejoría será incompleto.
Analizamos y actuamos sobre cinco áreas clave:
Fuerza Física: prevenir caídas, mejorar movilidad e independencia.
Cognición: memoria, atención y orientación para mantener la lucidez.
Estado Emocional: tratar tristeza, apatía o ansiedad para recuperar motivación.
Nutrición y Hormonas: optimizar energía, masa muscular y salud ósea.
Entorno y Apoyo: reforzar la seguridad y reducir la sobrecarga familiar.
Comparativa honesta
Sanidad Pública
Seguro Privado
Otros Privados
PIAIS360º
Tiempo por consulta
~30 min
~15 min
~40 min
~70 min
Visión global
Parcial
Parcial
Irregular
Completa
Plan escrito
No
No
A veces
Sí
Seguimiento real
No
No
Irregular
Sí
Enfoque multidisciplinar
Limitado
Limitado
Variable
Integrado
No agendas citas. Adquieres un plan de recuperación.
Historias reales. Cambios reales.
Atanasio, 87 años: De no salir de casa a caminar 800 m sin bastón en 30 días.
Rachel (hija): “Me siento segura, me siento bien, me siento tranquila.”
Preguntas que quizá no te atreves a formular
¿Y si mi padre/madre se niega a que venga un médico?
Siempre empiezo desde lo que él desea, nuestro plan se adapta a él o ella y no al revés
¿Este plan es un gasto?
En realidad, perder la independencia de una persona tiene un coste emocional que no se puede cuantificar, con varios eventos posteriores para la persona mayor como para la familia. Por ejemplo, no sé porqué no quiere comer, no sé porqué no quiere salir, no sé porqué se cae, no sé si debería pensar en una residencia.
Familiarmente, el coste de no tener un plan claro y efectivo además desgasta mucho a la familia y repercute en las responsabilidades de los hijos. Por último, está demostrado que no ver a una persona de forma integral aumentan los gastos de personal extra, residencias, etc. Este plan no es un gasto, es un inversión que nos ahorrará futuras complicaciones y gastos que se pueden evitar.
El Próximo Paso: Su Hoja de Ruta Hacia la Tranquilidad
Si ha llegado hasta aquí, es porque ha reconocido que seguir como hasta ahora no es una opción. Es el momento de convertir la preocupación en un plan de acción clínico.
El primer paso es una Llamada de Claridad de 15 minutos directamente conmigo.
En esta conversación, sin coste y sin compromiso, haremos dos cosas:
Escucharé su caso para entender la situación real de su familiar.
Determinaremos juntos si mi método es la solución que necesita.
Para garantizar la excelencia y el tiempo que cada familia merece, solo abro un número limitado de plazas para nuevas valoraciones cada mes.
No es una consulta. Es el punto de partida para construir su plan.
?? Reserve aquí su Llamada de Claridad de 15 minutos(Al hacer clic, se abrirá mi calendario para que elija la hora que mejor le convenga)
El microbioma y el cáncer están estrechamente relacionados. ¿Sabías que los billones de microbios que viven en tu intestino pueden influir en cómo evoluciona un cáncer, cómo responde al tratamiento… e incluso si aparece?
Cada vez hay más estudios que lo confirman: el microbioma intestinal no es un espectador pasivo. Es un protagonista silencioso.
¿Qué es el microbioma?
El microbioma es el conjunto de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que habitan en tu cuerpo, sobre todo en el intestino. Y no solo ayudan a digerir… también comunican con tu sistema inmune, modulan la inflamación y afectan cómo respondes a ciertos medicamentos, incluidos los tratamientos contra el cáncer.
Un intestino sano puede ayudar a que los tratamientos funcionen mejor
La diversidad microbiana (lo que llamamos eubiosis) potencia la respuesta inmunitaria y reduce los efectos adversos.
La disbiosis empeora los resultados
Cuando el microbioma está desequilibrado, puede aumentar la inflamación, debilitar las defensas y disminuir la eficacia de la inmunoterapia o la quimioterapia.
Los antibióticos pueden interferir
Tomarlos antes o durante ciertos tratamientos reduce la diversidad del microbioma… y con ello, las probabilidades de respuesta favorable.
Las bacterias dentro del tumor también influyen
Sí, incluso dentro de algunos tumores hay microbios. Algunos pueden bloquear el efecto de la inmunoterapia o generar resistencia a la quimioterapia.
Cuidado con los probióticos comerciales No todos son útiles. Algunos pueden incluso interferir con el tratamiento inmunológico.
Transplante de microbiota fecal En fase experimental. En algunos pacientes con melanoma ha ayudado a revertir la resistencia a la inmunoterapia.
Cómo mejorar tu microbioma intestinal: cuatro intervenciones basadas en evidencia.
En resumen
Tu intestino y tus microbios tienen mucho que decir en la historia del cáncer. No son culpables ni salvadores mágicos, pero sí aliados potenciales que aún estamos aprendiendo a comprender.
Cada elección cuenta: lo que comes, cómo te mueves, y cómo proteges tu microbioma puede marcar la diferencia.
¿Quieres saber más sobre cómo mejorar la salud intestinal, prevenir efectos secundarios o mejorar la respuesta a los tratamientos oncológicos?
Chris Martin, vocalista de Coldplay, ha compartido públicamente que sufre depresión. En un vídeo grabado durante su gira asiática, cuenta cómo lo vive y qué le está ayudando en su día a día. No habla de curas milagrosas (ni que querer es poder, ni que estas prácticas le hayan sacado completamente, como a veces se escucha en redes sociales). Habla de herramientas que le sirven a él: escribir durante 12 minutos y quemar lo escrito, practicar meditación trascendental, usar la propiocepción o bailar en la calle. Recomienda música (como la de John Hopkins), libros (como El enfoque del oxígeno) o películas (Sing, Sing).
Su mensaje es simple pero poderoso: la depresión no distingue fama ni edad, y todos necesitamos recursos para vivir mejor.
Este tipo de testimonios nos ayuda a entender que la depresión no es cosa «de otras personas con problemas mentales» y no siempre tiene cara triste. Puede afectarnos a cualquiera, incluso si cumplimos con todo lo que se espera de nosotros. También en la madurez.
¿Qué es la depresión y cómo reconocerla?
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una tristeza persistente, pérdida de interés o placer, fatiga, y cambios físicos o mentales que afectan el funcionamiento cotidiano.
En personas mayores, sin embargo, rara vez se presenta como tristeza evidente. A menudo se manifiesta como irritabilidad, quejas físicas (dolores, mareos, insomnio), aislamiento, o pérdida del habla y del interés por la vida cotidiana.
Muchas veces se confunde con deterioro cognitivo o se normaliza como parte del envejecimiento. Pero no lo es.
“Mi madre ya no sale, duerme mal, se ha vuelto muy irritable y dice que todo le duele.” Esta frase, que escucho a menudo en consulta, no describe una vejez normal. Puede describir una depresión no reconocida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 14% de los adultos mayores viven con un trastorno mental, y la depresión es una de las condiciones más frecuentes.
Síntomas emocionales, físicos, cognitivos y vegetativos
Emocionales: apatía, irritabilidad, pérdida de interés, culpa, desesperanza. Físicos y somáticos: cansancio crónico, molestias digestivas, cefaleas, insomnio, pérdida de apetito o de peso, alteraciones del sueño, cambios de apetito, pérdida de energía. Cognitivos: olvidos, dificultad para tomar decisiones, pensamiento lento.
Somática o «enmascarada»: aparece como somatización o cambios conductuales.
Personas con demencia y riesgo elevado de depresión
Las personas mayores con demencia moderada o severa, especialmente quienes tienen dificultad para expresarse, tienen un riesgo muy alto de sufrir depresión. Los signos no siempre se reconocen: pueden estar más irritables, negarse a comer, llorar sin motivo aparente o tener alteraciones del sueño.
Algunos sanitarios pueden pensar que es parte del deterioro, pero no siempre lo es. Hay cosas que sí se pueden hacer, incluso en etapas avanzadas de la demencia: mantener rutinas, estimular con música, tocar con suavidad, crear momentos de conexión, y sí, en algunos casos, recurrir a medicación específica con muy buenos resultados.
Intervenciones para fomentar la conexión social: grupos de conversación, talleres de memoria, espacios de expresión creativa, paseos grupales, programas intergeneracionales
Estos espacios —como los programas de voluntariado, de artes creativas o de acompañamiento vecinal— están alineados con las recomendaciones de la OMS para fomentar salud mental positiva, satisfacción vital y calidad de vida en personas mayores.
No todos los antidepresivos están indicados en personas mayores. Es esencial acudir a un médico con formación en envejecimiento, como el geriatra.
¿Qué puedes hacer tú si sospechas depresión en ti o en un ser querido?
Observar más allá de la tristeza: cambios en la conducta, quejas físicas, abandono de rutinas
Escuchar sin juicio ni soluciones rápidas
Ofrecer acompañamiento real: ir juntos a consulta, ayudar a organizar citas
No asumir que «ya se le pasará con el tiempo»
Recordar que muchas veces no pueden pedir ayuda. Pero necesitan que se la ofrezcamos
Cuidarte también es prevención
Conocer lo que te hace sentir bien es tan importante como cumplir con las obligaciones. En mi caso: leer, caminar por el parque, hablar con alguien, ver una película con mis hijos, entrenar con mi entrenador. ¿Tú sabes lo que te ayuda a ti? Escríbelo. Hazlo más a menudo. Protégelo.
Si has llegado hasta aquí buscando algo parecido, bienvenid@. Este espacio está creado para ti.
La depresión se trata. Y tiene salida.
La tristeza es una emoción válida. La depresión es otra cosa. Es una condición médica que necesita abordaje. Ignorarla solo la empeora.
La depresión se trata (no me enfoco en medicamentos). La vida con depresión puede mejorar. Hay estrategias, profesionales y recursos. No estás solo.
Dra Paola Rios Germán
Si tú o alguien a quien quieres está pasando por algo parecido, busca ayuda profesional. Reconocerlo es el primer paso para recuperar la energía, el deseo, la conexión.
“Casito de Geriatría con final feliz” Caso real (nombre cambiado para preservar la privacidad).
1. Contexto inicial María, 75 años, llegó a mi consulta en plena pandemia (entonces tenía 70). Su hija me había descubierto en redes sociales; tras ver varios de mis vídeos, decidió contactarme porque “algo no iba bien” con su madre, aunque no sabía describirlo con claridad. 2. Síntomas “invisibles” Se había jubilado de forma repentina y había dejado de salir o ver a sus amistades. Relataba tristeza persistente, insomnio y cansancio diurno. Olvidos recientes y dificultad para tareas cotidianas, lo que estaba minando su autonomía (inicio de dependencia funcional). 3. Intervención Integré a María en mi programa “Recupera tu Fuerza Física y Mental”, que aborda: Actividad física adaptada (fuerza y equilibrio). Estimulación cognitiva y social. Revisión exhaustiva de medicación. Optimización osteomuscular (hueso y músculo). Tratamiento específico de la depresión (psicoterapia y ajustes farmacológicos). 4. Evolución y resultado Cinco años después: Sin rastro de depresión clínica. Función física recuperada; camina a diario y cuida de su nieto. • • Hija tranquila y con pautas claras de seguimiento: “El día que entendí que mi madre no estaba solo triste, sino deprimida, todo cambió”.
maría, 75 años
Checklist rápido de señales cotidianaspara descartar depresión
(Para familiares y cuidadores – 1 minuto)
¿Ha dejado de realizar actividades que antes disfrutaba?
¿Llora o se muestra triste con frecuencia?
¿Se queja a menudo de dolores sin causa médica clara?
¿Evita salir de casa o rechaza invitaciones?
¿Tiene problemas de memoria?
¿Ha sufrido una pérdida importante (pareja, jubilación, etc)?
Si marcas 1 o más casillas, pasa al mini?screening de abajo y considera pedir ayuda profesional.
Miniscreening validado (GDS5 en español)
(Adaptación de la Geriatric Depression Scale – Yesavage)
Responde Sí / No a cada pregunta:
¿Está básicamente satisfecho/a con su vida?
¿Ha perdido muchas de sus actividades e intereses?
2 respuestas indicativas -> Recomendable valoración profesional (médico de familia o geriatra).
Recuerda
Este minitest no reemplaza una evaluación médica completa. Sirve como primera alerta. Si las respuestas sugieren riesgo, agenda una consulta. La depresión en la persona mayor se trata y mejora con intervención adecuada.
8 Preguntas Clave sobre la Depresión en Adultos Mayores (Con Respuestas de Expertos)
Entender la depresión en la tercera edad puede ser un desafío. Por eso, he recopilado las preguntas más frecuentes que las personas tienen sobre este tema, junto con respuestas basadas en la evidencia de fuentes como Mayo Clinic y la OMS.
¿Cómo se comporta un adulto mayor con depresión?
Suele mostrarse irritable, reacio a socializar y con quejas físicas repetidas; puede aparentar cansancio o “olvidos” constantes que no son solo envejecimiento. HelpGuide – Depression in Older Adults
¿Qué síntomas de depresión en ancianos difieren de los de personas jóvenes?
En mayores predominan los dolores somáticos (cefaleas, artralgias), el aislamiento y los cambios de apetito o sueño, más que la tristeza «visible». MedlinePlus – Depresión en adultos mayores
¿Qué actividades pueden ayudar a prevenir o mejorar la depresión en la vejez?
Ejercicio adaptado (caminatas, gimnasia suave), talleres de memoria, grupos de conversación intergeneracionales y hobbyes creativos (música, pintura). OMS – Salud mental en adultos mayores
¿Cuáles son los predictores de riesgo de depresión en la tercera edad?
Pérdida de seres queridos reciente, dependencia funcional, enfermedades crónicas múltiples y aislamiento social marcado. APA – Depression in Older Adults
¿Cómo actuar si mi familiar mayor muestra señales de depresión?
Observa y anota síntomas durante 2 semanas, comparte esos datos con un médico (geriatra o médico de familia) y acompáñale a la cita. Evita minimizar sus quejas como “cosas de la edad”. Mayo Clinic – Senior Depression
¿Qué cuestionarios rápidos existen para cribado en consulta?
La GDS?5 (versión ultrabreve de la Geriatric Depression Scale) y el PHQ?2 son ideales para cribaje inicial en menos de 2 minutos. PMC – Validación GDS?5 en población mayor
Lo que descubrimos cuando el cuerpo se mueve con constancia…
Durante años hemos dicho que moverse es bueno para el corazón, para el ánimo, para la fuerza. Pero hoy vengo a contarte algo más profundo: el ejercicio también limpia el cerebro. Literalmente.
Un sistema de limpieza cerebral que despierta con el movimiento
Nuestro cerebro no tiene escoba ni esponja, pero sí cuenta con un sistema llamado glinfático (sí, con G), que actúa como una red de canales que se activan sobre todo durante el sueño.
Su función: eliminar toxinas, proteínas mal plegadas y desechos celulares que, si se acumulan, pueden favorecer enfermedades como el Alzheimer o el párkinson.
Imagina un río que recorre el interior del cerebro, empujando lo que sobra hacia fuera. Ese río fluye mejor si cuidamos ciertas cosas: dormir bien, no tener la presión arterial muy alta… y ahora lo sabemos con evidencia: hacer ejercicio físico regular también lo activa.
¿Qué descubrieron?
Un grupo de científicos coreanos (Yoo et al., 2025) ha demostrado que 12 semanas de ejercicio aeróbico suave, en bicicleta estática, tres veces por semana, durante 30 minutos, mejora el flujo del sistema glinfático.
Pero no solo eso: también mejora el funcionamiento de los vasos linfáticos meníngeos (mLVs), una especie de “desagües” en las membranas que rodean el cerebro.
Ambos sistemas juntos funcionan como el sistema de limpieza integral del sistema nervioso central.
Y lo más hermoso: observaron también una disminución de proteínas inflamatorias en la sangre, lo que sugiere un efecto antiinflamatorio potente del ejercicio sostenido.
¿Cómo lo midieron?
Sin pinchazos en la médula, sin intervenciones agresivas.
Usaron técnicas de resonancia magnética avanzadas, no invasivas, con contraste intravenoso y tecnologías llamadas T1 mapping dinámico, black-blood imaging (BB) e IR-ALADDIN (nombre digno de cuento).
Estas técnicas permiten ver cómo fluye el líquido que baña y limpia el cerebro. Un hallazgo limpio, elegante y esperanzador.
¿Y esto qué significa para ti, para mí, para las personas mayores?
Que cada caminata, cada pedaleo, cada pequeña rutina de ejercicio mantenida en el tiempo no solo fortalece músculos o pulmones.
También lava la mente, reduce la inflamación cerebral y podría proteger contra el deterioro cognitivo.
Es una medicina invisible que no viene en pastillas, sino en pasos, en movimientos, en compromiso con uno mismo.
A veces pensamos que envejecer es ir acumulando desgaste. Pero quizás también podamos pensar en el envejecimiento como una oportunidad para afinar los mecanismos de limpieza interna.
Para mover lo que pesa. Para hacer espacio. Para cuidar lo más delicado que tenemos.
Camina.Muévete con cariño.
Tu cerebro te lo agradecerá en silencio, como hacen las cosas sabias.
Ahora tú
Si te ha parecido interesante, compártelo con quien necesite una razón más para moverse hoy.
Y si tú o una persona mayor cercana está perdiendo fuerza, equilibrio o memoria, recuerda que estás a tiempo de actuar con objetivos claros y sencillos
? Agenda una consulta conmigo para valorar juntos cómo recuperar salud física y mental.
En mi práctica como médica e investigadora, tengo tres objetivos que guían cada uno de mis pasos. Y hoy quiero contarte una nueva investigación centrada en el impacto de la terapia física y cognitiva en personas mayores.
Introducción: mis objetivos profesionales
Tengo tres objetivos que guían cada uno de mis pasos:
Conocer mejor a las personas mayores, en todas sus dimensiones. (Porque soy investigadora, sí, pero me encanta la clínica: estar con las personas).
Crear una comunidad activa y humana, que comparta conocimientos, dudas y caminos de mejora. (De la que te hablaré muy pronto).
Seguir haciendo investigación rigurosa, desde la práctica clínica y con impacto real.
Por eso, hoy quiero contarte una nueva investigación centrada en el impacto de la terapia física y cognitiva en personas mayores. Un estudio que lidero junto a varias instituciones y que une ciencia, experiencia clínica y compromiso con el envejecimiento activo.
¿Qué estamos investigando?
El objetivo del estudio es evaluar el impacto de una intervención combinada —cognitiva y física— en el rendimiento neuropsicológico y funcional de adultos mayores.
Son marcadores sólidos de fragilidad, dependencia y riesgo de caídas.
¿En qué consiste la intervención?
La intervención combina:
Terapia cognitiva estructurada, centrada en funciones superiores
Ejercicio físico adaptado, enfocado en fuerza, equilibrio y marcha
El objetivo es fortalecer la reserva cognitiva y funcional de manera conjunta, como base de un envejecimiento activo y autónomo.
Esto ya lo hago en mi consulta diaria
En la práctica clínica, aplico este mismo enfoque desde la primera consulta. Mis pacientes siguen un programa completo —del que te hablaré muy pronto porque me encantaría que formes parte de él— basado en cinco pilares:
Con este programa, vemos mejoras desde el primer día: las personas dejan de caerse, recuperan atención y energía, y los familiares vuelven a dormir tranquilos.
¿Qué esperamos encontrar?
Estoy volcando y analizando los datos ahora mismo. ? ¿Qué espero? Lo que muchas veces ya intuimos: una mejora integral en mente y cuerpo cuando intervenimos bien y a tiempo.
Pero lo más interesante será descubrir: ¿qué mejora más? ¿En qué personas? ¿Por qué?
¿Y tú, qué crees?
Este proyecto nace de mi compromiso como médica, investigadora y defensora de un envejecimiento digno y saludable.
? ¿Qué impacto crees que tendrá esta intervención combinada? Te leo en los comentarios. Gracias por caminar conmigo también en este terreno donde la ciencia transforma vidas.
Paola Ríos Germán Médico. Especialista en Medicina Preventiva y Geriatría Investigadora en IdiPaz y Registro Nacional de Fractura de Cadera
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La velocidad de la marcha como indicador de salud en adultos mayores es un parámetro que no solo mide la capacidad de caminar, sino que predice múltiples aspectos de la salud, desde la funcionalidad hasta el riesgo de enfermedades graves. En este artículo, exploramos cómo la velocidad de la marcha se ha convertido en un marcador clave para evaluar la salud y la recuperación de los adultos mayores, y cómo su medición ayuda a tomar decisiones clínicas más informadas.
Persona mayor caminando para valorar la velocidad de la marcha
¿Qué es la Velocidad de la Marcha?
La velocidad de la marcha se refiere a la rapidez con la que una persona puede caminar, medida en metros por segundo (m/s). Aunque caminar es una actividad cotidiana, la velocidad de la marcha involucra una compleja coordinación de varios sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso, cardiovascular, musculoesquelético y respiratorio. Por lo tanto, la marcha actúa como un “termómetro” del estado general de salud de una persona mayor, reflejando la eficiencia de estos sistemas.
La Velocidad de la Marcha como Predictor de Salud
Velocidad de la Marcha y Mortalidad
Numerosos estudios han demostrado que una marcha más lenta está estrechamente asociada con peores resultados de salud, incluidos mayor riesgo de mortalidad. Según Studenski et al. (2011), la velocidad de la marcha es un predictor independiente de la mortalidad en adultos mayores, igual que otros signos vitales como la presión arterial o el pulso. Incluso una pequeña reducción en la velocidad de la marcha, como una disminución de 0,1 m/s, puede correlacionarse con un mayor riesgo de muerte prematura (Zhang et al., 2025).
Velocidad de la Marcha y Deterioro Cognitivo
Además de su relación con la mortalidad, la velocidad de la marcha también se ha asociado con el deterioro cognitivo. El estudio de Collyer et al. (2022) encontró que los adultos mayores que presentaban una disminución en su velocidad de la marcha tenían un mayor riesgo de desarrollar demencia en los años posteriores. Esto convierte a la velocidad de la marcha en un indicador clave para detectar de manera temprana problemas cognitivos que podrían requerir intervención.
Velocidad de la Marcha: Un Indicador Integral de la Salud del Adulto Mayor
La Conexión entre Marcha y Cognición
En la geriatría, sabemos que mente y cuerpo están intrínsecamente conectados, especialmente a medida que avanzamos en edad. La velocidad de la marcha no solo refleja el estado físico, sino también la salud cognitiva. Un deterioro cognitivo frecuente se manifiesta con una marcha más lenta o torpe, lo que sugiere que, al medir la velocidad de la marcha, podemos detectar signos tempranos de problemas cognitivos. Este enfoque integral es clave para mejorar la detección y la intervención temprana en los adultos mayores.
La Velocidad de la Marcha y la Sarcopenia
La sarcopenia, caracterizada por la pérdida de masa y fuerza muscular, es otro de los factores que afecta la marcha de los adultos mayores. Se ha demostrado que una velocidad de la marcha reducida está asociada con la sarcopenia severa. Según el Global Leadership Initiative on Sarcopenia (GLIS, 2023), los adultos mayores con sarcopenia y marcha lenta tienen un riesgo significativamente mayor de mortalidad. Medir la marcha no solo evalúa la capacidad de caminar, sino también la salud muscular y la funcionalidad general.
Velocidad de la Marcha y Salud Cardiovascular
La salud cardiovascular también está estrechamente vinculada con la velocidad de la marcha. Un estudio realizado por Liu et al. (2023) demostró que los adultos mayores con mayor velocidad de marcha tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares. La marcha rápida refleja una mejor salud cardiovascular y una mayor eficiencia en la circulación sanguínea.
Cómo se Mide la Velocidad de la Marcha
La medición de la velocidad de la marcha es sencilla y rápida. Generalmente, se le pide al paciente que camine una distancia corta, por lo general 4 metros, a su ritmo habitual. El tiempo que tarda en recorrerla se divide entre la distancia para obtener la velocidad en metros por segundo (m/s). Es importante que la medición incluya una fase de aceleración y desaceleración antes y después de los 4 metros cronometrados para obtener resultados más precisos.
¿Qué Significa la Velocidad de la Marcha?
Mayor o igual a 1,2 m/s
Una velocidad de marcha superior a 1,2 m/s indica una excelente movilidad y la capacidad de realizar actividades cotidianas sin restricciones, como cruzar calles con semáforos con seguridad.
Alrededor de 1,0 m/s
Este rango es considerado normal para adultos mayores independientes, lo que sugiere una buena salud funcional.
Alrededor de 0,8 m/s
Una velocidad de marcha inferior a 0,8 m/s está asociada con un mayor riesgo de caídas, deterioro funcional y dependencia.
Menos de 0,6 m/s
Este es un umbral crítico, asociado con un alto riesgo de mortalidad y discapacidad. Los pacientes que caminan más lentamente que esto a menudo requieren una evaluación geriátrica integral.
Conclusión: La Velocidad de la Marcha como Herramienta Clave en la Geriatría
La velocidad de la marcha es mucho más que un simple parámetro de movilidad. Como hemos visto, actúa como un indicador integral de la salud de los adultos mayores, reflejando tanto su estado físico como cognitivo. Medirla y monitorearla es crucial para predecir la salud futura y para intervenir a tiempo, ya sea para prevenir caídas, detectar deterioro cognitivo o mejorar la recuperación postquirúrgica.
Si eres un familiar, un profesional de la salud o un adulto mayor, te animo a que empieces a considerar la velocidad de la marcha como un signo vital. Si eres profesional de la salud, integra este test en tu consulta y si eres un adulto mayor, no subestimes la importancia de caminar a un buen ritmo para tu salud.
Un Llamado a la Acción
Si eres un adulto mayor, un familiar o un profesional de la salud interesado en aprender más sobre la velocidad de la marcha y cómo puede beneficiar la salud de los ancianos, te invito a ponerte en contacto. Juntos podemos trabajar para promover un envejecimiento más saludable y una mejor calidad de vida para todos.
– Zhang, F. et al. (2025). «Gait Speed and All-Cause Mortality in Whole-Spectrum Chronic Kidney Disease: A Meta-Analysis.» J Cachexia Sarcopenia Muscle, 16(1): e13739.Gait Speed and All-Cause Mortality – PubMed
– Abellán van Kan, G. et al. (2009). «Gait speed at usual pace as a predictor of adverse outcomes in community-dwelling older people.» J Nutr Health Aging, 13(10): 881-889.Gait Speed as a Predictor – J Nutr Health Aging
– Liu, Y. et al. (2023). «Dose–response association between walking speed and all-cause mortality: a systematic review and meta-analysis of cohort studies.» J Sports Sciences, 42(14): 1-10.Walking Speed and Mortality – PubMed
– Collyer, T.A. et al. (2022). «Association of Dual Decline in Cognition and Gait Speed With Risk of Dementia in Older Adults.» JAMA Netw Open, 5(5): e2214647.Dual Decline and Risk of Dementia – JAMA
– Negm, A.M. et al. (2022). «Exercise interventions for frailty and sarcopenia: gaining momentum in uptake.» J Cachexia Sarcopenia Muscle, 13(4): 1848-1852.Exercise for Sarcopenia – PubMed
– Verghese, J. et al. (2019). «Walking speed and mobility decline in older adults with cognitive impairment.» J Am Geriatr Soc, 67(8): 1751-1757.Walking Speed and Mobility Decline – JAGS
– Peel, N.M. et al. (2019). «Association between gait speed and cognitive status in community-dwelling older people: a systematic review and meta-analysis.» J Gerontol A Biol Sci Med Sci, 74(6): 943-948.Gait Speed and Cognitive Status – PubMed
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